Podríamos decir que son fundamentales, puesto que los protocolos de actuación deberían basarse en las evidencias científicas disponibles, y esas evidencias provienen de los estudios de investigación.

Bueno, lo ideal sería publicarlo para que pueda acceder a él toda la comunidad científica. De entrada, debemos pensar que un estudio por sí solo, no demuestra nada, solo sirve para aportar algo de luz sobre la pregunta a la que responde la investigación. Por este motivo, en la discusión de los artículos originales se compara lo obtenido en el estudio con lo obtenido en otros estudios similares y de esta manera podemos deducir que, si todos los estudios apuntan hacia una misma respuesta a la pregunta, probablemente esa sea la respuesta en realidad (debemos siempre, además, tener presente que la investigación científica admite que sus respuestas siempre se van a mover dentro de un continuo de mayor o menor probabilidad de certeza, que nunca vamos a poder asegurar algo sin asumir cierto grado de incertidumbre).

Lamentablemente creo que en eso hemos evolucionado poco. A mi modo de ver, quizás esto es así porque aún no nos creemos los resultados de las investigaciones. No sólo las enfermeras a título individual sino que también creo que a nuestros propios responsables les falta dar el paso para adaptar los protocolos que se utilizan en la práctica clínica a las mejores evidencias científicas disponibles

Muchas gracias por tu mensaje, la verdad es que para mí es muy gratificante que el libro, sobre todo, haya sido útil, que era lo que se pretendía. Si además te sirve para emprender tus propias investigaciones, desde luego el objetivo está cumplido.

Cualquiera. Nuestro ámbito de actuación es tan amplio que podemos formular infinitas preguntas de investigación sobre infinitos contenidos y cada uno de ellos, como sabes, requerirá un tipo de estudio adecuado, por tanto creo que somos privilegiados en ese sentido porque podemos desarrollar investigaciones muy variopintas.

Efectivamente, esto es lo más común. Es cierto que hay organismos, centros e instituciones que financian estudios proporcionando a los investigadores (o al menos, al investigador principal) una liberación parcial de su labor asistencial, pero al menos al principio, lo más habitual es realizar nuestros estudios a expensas de nuestro tiempo libre.

En primer lugar le diría que adquiera los conocimientos básicos “el a e i o u” que le permita formular ante todo una pregunta de investigación adecuada (finer). Si tiene esto y la motivación suficiente para desarrollar el estudio ya ha cuenta con una gran parte del camino.

Quizás es un reflejo de la ausencia de cultura investigadora dentro de nuestro colectivo, pero creo que, por suerte, ambas situaciones están cambiando.

Existen diversas organizaciones para lograr estos conocimientos. Un ejemplo es FUDEN que cuenta con diversas actividades formativas, fundamentalmente on line, para adquirir los conocimientos básicos que permitan iniciarse en la investigación.

Te recomiendo que si ya si tienes la formación necesaria te dirijas al departamento de investigación de tu centro de trabajo. Además desde FUDEN podemos asesorarte si nos escribes a investigación@fuden.es y hablamos

Creo que a la falta de cultura dentro de nuestro colectivo. Parece que no nos creemos lo que indican los estudios de investigación, es como si aún nos fiáramos más de nuestra experiencia que de las evidencias. Creo que por esto, es imprescindible explicar al resto de tus compañeros que la evidencia es solo una de las cuatro “patas de la mesa”, como dice Clara Juandó, ni más ni menos importante. Para tomar decisiones basadas en la evidencia, no solo debemos tener en cuenta lo que dicen los estudios. También debemos considerar lo que haríamos en función de nuestros conocimientos, de las preferencias de los pacientes y de los recursos con los que contamos. Estos son los cuatro componentes (todos igual de importantes) de la toma de decisiones basadas en la evidencia.

Es una barrera si buscamos publicaciones con impacto, pues efectivamente, hay más revistas anglosajonas incluidas en el JCR, el principal indicador que se valora al evaluar el impacto de las publicaciones científicas. En cuanto a traducir nuestros estudios, yo no soy partidaria de hacerlo en el caso de investigaciones cualitativas, pues los matices de cada lengua se pierden al cambiar el idioma.

Efectivamente, parece que la cultura investigadora todavía no ha calado entre muchos de nosotros pero creo que en el futuro sí, porque cuando los profesionales se formen en investigación en la universidad, y los gestores observen las ventajas de trabajar con protocolos comunes (en cuanto a la seguridad de los pacientes y a la movilidad de los profesionales, por ejemplo), la situación sí variará.

Espero que sí. Realmente sí parece que cada vez se está dando más importancia a los resultados en salud y, de hecho, el Horizonte 2020 pone en valor la repercusión en la sociedad de las investigaciones. Por tanto, creo que en el futuro sí se tendrá muy en cuenta el impacto social de las investigaciones que realizamos, que en la investigación enfermera puede ser muy elevada, sobre todo en lo relacionado con la educación para la salud.

Sí, por supuesto, aunque siempre, la mayor difusión se conseguirá con las formas “tradicionales”: a partir de la publicación en revistas científicas que se encuentren incluidas en bases de datos.

Creo que ya tienes lo más importante, que es la motivación. Formúlate una pregunta que te apetezca responder y, como supongo que ya tienes una base de investigación adquirida en el grado, redacta tu proyecto de investigación, piensa en quiénes conformaréis el equipo y…. ¡adelante!

Debería ser así. Debemos investigar por y para los pacientes que atendemos, para mejorar la forma como cuidamos, nuestra investigación debe, a mi modo de ver, ser eminentemente aplicada.

Creo que es imprescindible la implicación de los gestores, para que potencien la implementación de protocolos basados en evidencias, para que en todos los centros se trabaje en la misma línea (obviamente, adaptando las recomendaciones a los recursos de cada centro). Eso es algo en lo que la Comunidad de Madrid está trabajando, con el objetivo de crear protocolos comunes para todos los centros públicos, reduciendo así los efectos adversos consecuencia de la variabilidad en la toma de decisiones y, por ende, aumentando la seguridad del paciente. Por tanto, requiere del compromiso de los gestores (no solo de los centros sino también de los de niveles más altos de la gestión sanitaria).

Ha sido un placer compartir esta hora con vosotros. Gracias por vuestras preguntas y nos encontramos en el futuro.